Más marea y menos mareo
La luna está desesperada.
DE SES PE RA DA.
Desesperada de que le pongan cara, no es moneda.
Está mareada de las lágrimas de ojos que la miran y solo le preguntan si aquella persona que aman la mira con los mismos cristalinos.
Ya siente asco del amor y del desamor ni hablar.
Ella nunca pidió ser musa, ella nunca pidió brillar, ella no quiere dar vueltas en las cabezas y mucho menos escuchar las mentiras que se dicen en su nombre.
Ella nunca pidió estar sometida a un planeta con humanos.
Humanos que solo parecen hablar con sigo mismos hasta el cansancio y cuando se autoenferman la cabeza de sobredosis de palabras y pensamientos, solo queda ir por el ansiolítico, las goticas de rescate o leer un puto horóscopo.
Para que algo por fuera de ellos les resuelva los problemas que crearon solos, en su interior, mientras le reclamaban a la luna.
Pobre luna.
Está desesperada.
¿Cuándo notarán que también sale de día? ¿Cuándo se darán cuenta de que ella no tiene la respuesta?
Desesperada de que la bajen en actos románticos y de cada noche, ver gente caminando rota.
Desesperada de los suspiros.
No más suspiros.
¿¡¿¡¿¡Vienen del alma y a donde van?!?!?
¿Que puede hacer la luna con los suspiros?
Desesperada de las preguntas sin respuestas escritas en cartas, cuyo humo al ser quemadas llega a su nariz.
El humo la marea.
Las palabras la marean.
Ella no tiene la respuesta, la respuesta ni siquiera está en las palabras.
No más palabras = no más ansiolíticos.
La respuesta esta en hacer. Levantarse y poner el mar a trabajar.
Y ya.
No importan cuantas palabras pueda dictar la luna, no importan, se volverán más ruidos en las cabezas, más humo, más mareo y menos marea.
Por favor luna, no te desesperes, más marea y menos mareo.
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